23.2.06

En construcción

(Jose Luis Guerín, 2001)



















Marino (M): Yo visto más elegante que los millonarios. Aquí me tiene, cuerpo y alma. Cada día un pantalón, cada día una camisa… Porque soy un hombre diferente a los demás, di-fe-ren-te. A mí me gusta vestir bien, comer bien…
Ferrallista (F): Pues mira que la ropa va cara, eh.
M: Adverbio de cantidad, palabra esdrujulísima: ¡carísima!
F: Carísima.
M: Carísima, cara no, más que cara. ¿La cerveza? La mejor, la más cara… Una Voll-Damm, la mejor, la más cara que hay, porque yo soy un hombre de mucho gusto, porque es un sabor diferente a las demás.
F: Pero para ser un hombre de mucho gusto tiene que tener dinero mucho, si no no hay ni gusto, eh.
M: No hombre, no, no estoy hablando de gastar dinero, le estoy hablando del sabor del paladar, de eso estoy hablando: sabor del pa-la-dar.
F: ¿Cómo es esto que te iba a decir?, ¿cómo piensas pasar las navidades?
M: Hombre, bueno, yo, como ahora, yo, como siempre, tranquilo y buenos alimentos, siempre lo mismo.
F: Tranquilo y buenos alimentos.
M: Y una botella de whisky sobre todo, con coca-cola.
F: Si se puede, ¿no?
M: Y si no lo intento, si no se puede lo intento. Yo, la botella de whisky es todo el año.
F: Como yo no bebo, pienso ya solamente a hartarme de comer y buenas tapas.
M: Y yo tampoco bebo, pero mira, es agradable decir ‘lo que tienen los ricos lo tengo yo también’ Yo gasto para mi uso personal, porque yo tengo cosas, relojes, cosas… cosas delicadas, delicadas….
F: ¿Tiene usted novia?
M: Yo no…
F: ¿No tiene novia? ¿Y qué hace usted que no tiene novia?
M: Yo soy un enamorado, un enamorado… Y del mar más todavía… Porque yo soy un enamorado del mar, y me he pasado la vida mirando al mar… Usted no sabe eso… Hay que pasarse días enteros mirando el mar para saber la belleza del universo y la inmensidad del mar… Días y días, catorce días, de Europa a América… Bueno, una belleza extraordinaria, eso si no se pasa no se sabe. Así pierde uno la noción del tiempo, la noción de todo, una felicidad, no hablas con nadie, ves el cielo y el mar, cielo y mar, día y noche, día y noche… Yo me salía a la popa del barco y me quedaba mirando el mar. Qué precioso es el mar.
F: Ahora está en un barco de tierra. En un barco de tierra puedes mirar también a ver cómo están las calles de limpias, de sucias y de todo…
M: Yo encuentro muchas cosas, muchas cosas preciosas, mire, mire que reloj antiguo…
F: A esto le falta la llave, el volante de darle cuerda.
M: No se dice el volante, las lla-ves… Cosas delicadas, delicadas… cosas extraordinarias.
F: Te entra hasta diarrea con el reloj.
M: Ayer mismo me quedo asombrado (saca el muñeco peludo de goma y lo agita en el aire, haciéndolo sonar), yo mismo me asombro… ¿Cómo puede ser que yo sea así? Tengo otro reloj, va muy bien, de cuarzo…
F: Este reloj está parado (mirando primero el reloj que le enseña el Marino y luego otro reloj en su muñeca)
M: Va muy bien, la hora que es, menos veinte (comprobando), menos veinte, exacto. Este es otro capricho (sacando un mechero), el mechero este no es un simulacro de mechero, es auténtico, mire… Y una llama equilibrada en gases y en proteínas… ¿Que se gasta? Las cosas en la vida todas son de gasto, si no nos gastáramos… Cuanto más llama más se gasta… Oiga, las comodidades hay que pagarlas, gratis no lo dan (suena una musiquita procedente del mechero y se lo acerca al otro, para que la escuche).
F: No, no, si ya se siente la música. ¿Encender enciende?
M: Si se le pone gas, sí.
F: Ah, ¿eso que va con gas, no?
M: Con gas, sí. Caprichos (cogiendo unas gafas de bucear de color rosa), que sea aquí negro, que sea aquí esto, que se aplique aquí, que se ponga la nariz y que sirva para ir por debajo del agua (colocándoselas en la cara), de submarino, de submarinista, ¿ve? Son caprichos, trato de que la gente se dé cuenta quién soy yo, ni explicándolo ni hablando me entienden, ¿será posible? Nos gusta, digo persona, no digo usted ahora, que usted no es así, que todos no somos iguales, todo el mundo habla las mismas palabras, da la sensación de que no saben hablar…
F: Esta noche echan la película de ‘El Zorro’ (porque el otro con las gafas de bucear le recuerda a ‘El Zorro’).
M: Esto es un capricho, capricho en el sentido que se adapta aquí, esto es de este color, esto es negro y esto con gomas aquí detrás y con esto se puede ir por debajo del agua.
F: Yo no me metería en el agua con eso, ¿eh?, me ahogaría, porque en eso entra el agua por todos lados.
M: Bueno, son caprichos, son caprichos y hay personas caprichosas.
F: No, no, si yo sé que usted encuentra cosas buenas, porque yo lo he visto vender cosas buenas, radios, televisores, todo eso.
M: Pero son cosas pequeñas, un encendedor, un reloj que me he encontrado, esto que me he encontrado… Pero no me encuentro nunca algo que se acerque al medio millón o a un millón de pesetas.
F: Bueno, eso está más escondido. Hay que probar a la suerte, la suerte la busca y quien la busca la encuentra.
M: Ahora parece que estoy teniendo un poco de suerte; el otro día, 20.000 pesetas me encontré.
F: Joé, ¿dónde?
M: En un bar.
F: Dame la mitad.
M: Ya me lo he gastado.
F: Joé, qué rápido te lo has gastado.
M: La vida que yo llevo, que llevo una vida de esas de… Ya se lo he explicado antes, si yo gasto mucho dinero aquí donde me ve, aquí donde me ve usted, que parece que yo no mate una mosca… Pero en cosas personales, el whisky, la coca-cola, la cervecita, las patatitas, la mediana de Voll-Damm…


(Y todo gracias a mi taquígrafo).

4 Comments:

Blogger K. Whitmore said...

jajaja
No sé si has visto la película pero es una de las últimas que me emocionó. Esto de la transcripción también es un sucedáneo. ;)

24/2/06 12:26 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es alucinante esta película.

2/3/06 8:19 p. m.  
Blogger David Monthiel said...

el diálogo es fantástico y la película más aún. Qué estará preparando Guerín ahora?

28/3/06 1:08 p. m.  
Blogger K. Whitmore said...

Sue: Qué bueno que siga bien el hombre, con sus caprichos.
Besos y SUErte con todo (aún con el retraso).

Eso Heliopolis, alucinante :)

David: pos ni idea pero en cualquier caso habrá que ir a verlo.
Lobe.

Y grasias y bienvenido Godard!

30/3/06 2:27 p. m.  

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