1.11.06

Polvo de estrellas


[...]
Como mil millones de galaxias han visto los telescopios
en un área de mil millones de años luz.
Trenes en la noche alejándose de una estación.
El silbido es más agudo al acercarse
y es más grave cuando se va alejando.
Primero una infinita condensación de la materia.
Y del matrimonio de protones con neutrones
se produjo la vida.
¿Qué hay en una estrella? Nosotros mismos.
Todos los elementos de nuestro cuerpo y del planeta
estuvieron en las entrañas de una estrella.
Somos polvo de estrellas.
[...]

Ernesto Cardenal
Canto Cósmico

Imagen: Black Widow nebula hides in the dust, NASA/JPL-Caltech/Univ. of Wisc.

1.10.06

(Felicidades)



“Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos que son dos hormigueros solitarios
y son mis manos sin las tuyas varios intratables espinos a manojos”
Miguel Hernández

“Mirá no pido mucho,

solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento”
Julio Cortázar


Enredadera

Como cinco semillas,
como cinco penínsulas del limbo,
cinco y cinco animales vagabundos,
cinco náufragos siameses del océano sanguinario,
cinco ríos que se cegaban en el tacto,
del hielo, de la lija y de la seda,
del fantasmal ropero, del volumen
desordenado y arrugado de las sábanas,
de otras pieles que se fueron deshaciendo

de la nada hacia la nada con ternura,
cinco muescas, cinco huellas en el margen
de este libro en el que anoto los errores
del horror y del amor y de sus márgenes
para nombrar la rabia de perder,
para nombrar la suerte de existir
ahora y aquí, delante de un café con leche.

Cinco y cinco semillas por jardines laberínticos,
por los senderos y los siglos,
por los relojes y las brújulas,
fueron mis manos hasta encontrar tu tierra,

hasta encontrar destino de pulso y crecimiento.


Juan Antonio Bermúdez
Hambre para mañana

16.8.06

Ocio










[...]
Veamos. El mundo sensual, marino, soleado, donde por unas horas crees vivir, ¿es real? ¿No es un sueño inconcluso de tu juventud, que todavía persigues a lo largo de la vida? Aunque ese mundo fuera real, ¿sería el tuyo propio? Bien está hacer el amor, nadar, solearse, pero ¿podrías vivir así el resto del tiempo? Sé lo que vas a decir, ese mundo, sea o no real, es bastante. No hacer nada es para ti actividad bastante.
Este clima, entre otras ventajas, tiene la de indicar con más evidencia cuanto la vanidad y el aburrimiento contribuyen al exceso de actividad humana. Para vivir, ¿es necesario atarearse tanto? Si el hombre fuera capaz de estarse quieto en su habitación por un cuarto de hora. Pero no: tiene que hacer esto, y aquello, y lo otro, y lo de más allá. Entretanto, ¿quién se toma el trabajo de vivir? ¿De vivir por vivir? ¿De vivir por el gusto de estar vivo, y nada más? Bueno. Deja ahí el soliloquio y echa una mirada en torno.
Mirar. Mirar. ¿Es esto ocio? ¿Quién mira el mundo? ¿Quién lo mira con mirada desinteresada? Acaso el poeta, y nadie más. En otra ocasión has dicho que la poesía es la palabra. ¿Y la mirada? ¿No es la mirada poesía? Que la naturaleza gusta de ocultarse, y hay que sorprenderla, mirándola largamente, apasionadamente. La mirada es un ala, la palabra es otra ala del ave imposible. Al menos mirada y palabra hacen al poeta. Ahí tienes el trabajo que es tu ocio: quehacer de mirar y luego quehacer de esperar el advenimiento de la palabra.
Ahora levántate y marcha a la playa. Por esta mañana ya has trabajado casi suficientemente en tu ocio.

Luis Cernuda
Variaciones sobre tema mexicano

Foto: Whitmore

7.6.06

Las calesitas


Suba usted, señor.
Anímese.
Cuelgue el pellejo en la acera.
Súbase
al tordillo de madera.
Y olvídese
de lo que fue y de qué modo
y cuélguese
en la magia de pasar de todo.

Móntese en el carrusel del Furo...
Súbase...

Dos boletos por un duro.

Joan Manuel Serrat
El carrusel del Furo

Imagen: http://www.sxc.hu/

30.5.06

Navegar sin temor...











Di lo que no te dejan decir es un primer momento de poesía política,
relativamente superficial. Di lo que no te dejas decir va más lejos. Di lo
que no sabes decir
es un tercer momento, quizá el más profundo.


Jorge Reichmann
Una morada en el aire

Foto: Whitmore


9.5.06

Porque en mi cabeza

Porque en mi cabeza
manda el corazón
a veces me callo
teniendo razón








Chicho Sánchez Ferlosio

Imagen: Desmuntatge, Joan Brossa

27.4.06

Manhattan


...tiene que ser, tiene que ser optimista, eso es, ¿por qué vale la pena vivir?, esa es una buena pregunta. Ehh... mmm..., bueno, hay ciertas cosas que creo que hacen que valga la pena, ehh, ¿como cuáles?... pues... ehh... por mi parte, ahhh... yo podría decir que Groucho Marx, por nombrar a alguien, y... ehh, Willie Mays, y... el segundo movimiento de la Sinfonía Júpiter... y... ahh..., Louis Armstrong y su grabación Potato head blues, y... las películas suecas claro, La educación sentimental de Flaubert... ehh, Marlon Brando, Frank Sinatra... ehh, esas... increíbles manzanas y peras de Cézanne..., ehh... los cangrejos de Sam Wo's..., el rostro de Tracy...

Manhattan (Woody Allen, 1979)

Imagen: Still life with apples, 1890. Cézanne.

18.4.06

Despacito


Despacito
casi sin quererlo
-tic tac
minutos
horas días
semanas soledad
despacito
firme paso
transcurre avanza
avanza y me trae
a Inma.

Pedro del Pozo
Cada cual agarrado a su clavo ardiendo

Imagen: Juan Manuel Castro Prieto

30.3.06

El amor empieza...










El amor empieza cuando se rompen
los dedos
y se dan vuelta las solapas del traje,
cuando ya no hace falta pero tampoco
sobra
la vejez de mirarse,
cuando la torre de los recuerdos, baja o
alta,
se agacha hasta la sangre.

El amor empieza cuando Dios termina
Y cuando el hombre cae,
mientras las cosas, demasiado eternas,
comienzan a gastarse,
y los signos, las bocas y los signos,
se muerden mutuamente en cualquier
parte.

El amor empieza
cuando la luz se agrieta como un
muerto disfrazado
sobre la soledad irremediable.

Porque el amor es simplemente eso:
la forma del comienzo
tercamente escondida
detrás de los finales.

Roberto Juarroz
Foto: Whitmore

23.2.06

En construcción

(Jose Luis Guerín, 2001)



















Marino (M): Yo visto más elegante que los millonarios. Aquí me tiene, cuerpo y alma. Cada día un pantalón, cada día una camisa… Porque soy un hombre diferente a los demás, di-fe-ren-te. A mí me gusta vestir bien, comer bien…
Ferrallista (F): Pues mira que la ropa va cara, eh.
M: Adverbio de cantidad, palabra esdrujulísima: ¡carísima!
F: Carísima.
M: Carísima, cara no, más que cara. ¿La cerveza? La mejor, la más cara… Una Voll-Damm, la mejor, la más cara que hay, porque yo soy un hombre de mucho gusto, porque es un sabor diferente a las demás.
F: Pero para ser un hombre de mucho gusto tiene que tener dinero mucho, si no no hay ni gusto, eh.
M: No hombre, no, no estoy hablando de gastar dinero, le estoy hablando del sabor del paladar, de eso estoy hablando: sabor del pa-la-dar.
F: ¿Cómo es esto que te iba a decir?, ¿cómo piensas pasar las navidades?
M: Hombre, bueno, yo, como ahora, yo, como siempre, tranquilo y buenos alimentos, siempre lo mismo.
F: Tranquilo y buenos alimentos.
M: Y una botella de whisky sobre todo, con coca-cola.
F: Si se puede, ¿no?
M: Y si no lo intento, si no se puede lo intento. Yo, la botella de whisky es todo el año.
F: Como yo no bebo, pienso ya solamente a hartarme de comer y buenas tapas.
M: Y yo tampoco bebo, pero mira, es agradable decir ‘lo que tienen los ricos lo tengo yo también’ Yo gasto para mi uso personal, porque yo tengo cosas, relojes, cosas… cosas delicadas, delicadas….
F: ¿Tiene usted novia?
M: Yo no…
F: ¿No tiene novia? ¿Y qué hace usted que no tiene novia?
M: Yo soy un enamorado, un enamorado… Y del mar más todavía… Porque yo soy un enamorado del mar, y me he pasado la vida mirando al mar… Usted no sabe eso… Hay que pasarse días enteros mirando el mar para saber la belleza del universo y la inmensidad del mar… Días y días, catorce días, de Europa a América… Bueno, una belleza extraordinaria, eso si no se pasa no se sabe. Así pierde uno la noción del tiempo, la noción de todo, una felicidad, no hablas con nadie, ves el cielo y el mar, cielo y mar, día y noche, día y noche… Yo me salía a la popa del barco y me quedaba mirando el mar. Qué precioso es el mar.
F: Ahora está en un barco de tierra. En un barco de tierra puedes mirar también a ver cómo están las calles de limpias, de sucias y de todo…
M: Yo encuentro muchas cosas, muchas cosas preciosas, mire, mire que reloj antiguo…
F: A esto le falta la llave, el volante de darle cuerda.
M: No se dice el volante, las lla-ves… Cosas delicadas, delicadas… cosas extraordinarias.
F: Te entra hasta diarrea con el reloj.
M: Ayer mismo me quedo asombrado (saca el muñeco peludo de goma y lo agita en el aire, haciéndolo sonar), yo mismo me asombro… ¿Cómo puede ser que yo sea así? Tengo otro reloj, va muy bien, de cuarzo…
F: Este reloj está parado (mirando primero el reloj que le enseña el Marino y luego otro reloj en su muñeca)
M: Va muy bien, la hora que es, menos veinte (comprobando), menos veinte, exacto. Este es otro capricho (sacando un mechero), el mechero este no es un simulacro de mechero, es auténtico, mire… Y una llama equilibrada en gases y en proteínas… ¿Que se gasta? Las cosas en la vida todas son de gasto, si no nos gastáramos… Cuanto más llama más se gasta… Oiga, las comodidades hay que pagarlas, gratis no lo dan (suena una musiquita procedente del mechero y se lo acerca al otro, para que la escuche).
F: No, no, si ya se siente la música. ¿Encender enciende?
M: Si se le pone gas, sí.
F: Ah, ¿eso que va con gas, no?
M: Con gas, sí. Caprichos (cogiendo unas gafas de bucear de color rosa), que sea aquí negro, que sea aquí esto, que se aplique aquí, que se ponga la nariz y que sirva para ir por debajo del agua (colocándoselas en la cara), de submarino, de submarinista, ¿ve? Son caprichos, trato de que la gente se dé cuenta quién soy yo, ni explicándolo ni hablando me entienden, ¿será posible? Nos gusta, digo persona, no digo usted ahora, que usted no es así, que todos no somos iguales, todo el mundo habla las mismas palabras, da la sensación de que no saben hablar…
F: Esta noche echan la película de ‘El Zorro’ (porque el otro con las gafas de bucear le recuerda a ‘El Zorro’).
M: Esto es un capricho, capricho en el sentido que se adapta aquí, esto es de este color, esto es negro y esto con gomas aquí detrás y con esto se puede ir por debajo del agua.
F: Yo no me metería en el agua con eso, ¿eh?, me ahogaría, porque en eso entra el agua por todos lados.
M: Bueno, son caprichos, son caprichos y hay personas caprichosas.
F: No, no, si yo sé que usted encuentra cosas buenas, porque yo lo he visto vender cosas buenas, radios, televisores, todo eso.
M: Pero son cosas pequeñas, un encendedor, un reloj que me he encontrado, esto que me he encontrado… Pero no me encuentro nunca algo que se acerque al medio millón o a un millón de pesetas.
F: Bueno, eso está más escondido. Hay que probar a la suerte, la suerte la busca y quien la busca la encuentra.
M: Ahora parece que estoy teniendo un poco de suerte; el otro día, 20.000 pesetas me encontré.
F: Joé, ¿dónde?
M: En un bar.
F: Dame la mitad.
M: Ya me lo he gastado.
F: Joé, qué rápido te lo has gastado.
M: La vida que yo llevo, que llevo una vida de esas de… Ya se lo he explicado antes, si yo gasto mucho dinero aquí donde me ve, aquí donde me ve usted, que parece que yo no mate una mosca… Pero en cosas personales, el whisky, la coca-cola, la cervecita, las patatitas, la mediana de Voll-Damm…


(Y todo gracias a mi taquígrafo).

10.2.06

Baeza

A la noche se empiezan
a encender las preguntas.
Las hay distantes, quietas,
inmensas, como astros:
preguntan desde allí
siempre
lo mismo: cómo eres.
Otras, fugaces y menudas,
querrían saber cosas
leves de ti y exactas:
medidas
de tus zapatos, nombre
de la esquina del mundo
donde me esperarías.
...

Pedro Salinas
La voz a ti debida

6.2.06

Mi vida










Mi vida, bala perdida
por la Gran Vía, charquito de arrabal.
No quiero que te vayas,
no quiero que te alejes
cada día más y más.

Mi vida, lucerito sin vela
mi vida, charquito d’agua turbia,
burbuja de jabón,
mi último refugio, mi última ilusión,
no quiero que te vayas
cada día más y más.
...

Manu Chao
Foto: Whitmore

29.1.06

Silencio,

está nevando


Fotos de Abbas Kiarostami.

25.1.06

La sabiduría antigua

[...] Pero no por ser difícil deja de ser un hecho que sólo es posible que un texto tenga sentido para quien lo lee si el lector le adelanta un significado que aún no tiene, que sólo tendrá después (como se adelanta un préstamo a crédito en espera de recibir más tarde la compensación con intereses), y que a tal acto de anticipación (sin el cual no habría sentido alguno en los textos) tampoco sería descabellado llamarlo adivinación (que es otro de los nombres que usa Platón para esa sabiduría antigua que había antes de empezar a escribir). [...] Enamorarse de alguien desconocido sólo es posible porque no es del todo desconocido, porque le recordamos aunque no sepamos de cuándo ni de dónde (le hemos conocido en nuestros sueños), y sólo por ese preconocimiento, que parece completamente inverosímil, puede producirse el milagro no menos increíble de que la elección amorosa, enloquecida y fortuita, resulte un acto de adivinación del alma gemela, es decir, termine saliendo bien o siendo un amor correspondido.[...]

José Luis Pardo
La regla del juego, 2004

20.1.06

La herida

...
Pues quien construye el texto
elige el tono, el escenario,
dispone perspectivas, inventa personajes,
propone sus encuentros, les dicta los impulsos,
pero la herida no, la herida nos precede,
no inventamos la herida, venimos
a ella y la reconocemos.

Chantal Maillard
De Matar a Platón, 2004

Imagen: Concetto spaziale, 1960. Lucio Fontana.

15.1.06

Sol de invierno







No quiero más que estar sobre tu cuerpo
como lagarto al sol los días de tristeza.

...


De Latitud. José Ángel Valente.
Foto: K. Whitmore.

10.1.06

El sur del sur (lo que no se rodó)

Regreso al sur. Entrevista a Víctor Erice. (2003).

Hay en el mundo unas islas que ejercen sobre los viajeros una irresistible y misteriosa fascinación. Pocos son los hombres que las abandonan después de haberlas conocido. La mayoría dejan que sus cabellos se vuelvan blancos en los mismos lugares donde desembarcaron. Hasta el día de su muerte, a la sombra de las palmeras, bajo los vientos alisios, acarician el sueño de un regreso al país natal que jamás cumplirán.
Esas islas son las islas del sur. Cuentan que en ellas estuvo en tiempos el paraíso.

Robert Louis Stevenson. En los mares del sur.

Es mucho mejor escucharle a él. Éste es el enlace para emule:
regreso_al_sur.(Entrevista.a.V.Erice.2003)TVrip.DivX5.05.avi

9.1.06

Tríptico

Al lento sol que baja hacia la tarde
ceder, abandonarse.
Declinación.
...
No sé si salgo o si retorno.
¿Adónde?
El fin es el comienzo.
Nadie

me dice adiós. Nadie me espera.



...
Dime
con qué rotas imágenes ahora
recomponer el día venidero,
trazar los signos,
tender la red al fondo,
vislumbrar en lo oscuro
el poema o la piedra,
el don de lo imposible.



LA AURORA
sólo engendrada por la noche.

...


Fragmentos de José Ángel Valente.
Fotografías: K. Whitmore.

4.1.06

6 de enero




La vida es incierta.
Empieza por el postre.



(Oído en algún sitio).

29.12.05

Cuarto creciente






La luna es de quien la trabaja.

Javier Krahe.


(Tomar la frase así, exenta. No está necesariamente ligada al contenido de la canción).

[Escuchando La melancolía, de Cathy Claret. Soy una impaciente, pero es un regalo.]
Imagen de Viaje a la luna. (Georges Mèliés, 1902).